Las consolas más jóvenes y su VIH

En pleno siglo XXI y pasando por el XX, tanto creadores como diseñadores han dado a conocer decenas de consolas que nosotros y nuestros hermanos pequeños y mayores han disfrutado.

Puedo recordar los primeros días por casa de nuestra (digo nuestra por no decir que era de mi hermano) Master System II.. Ah, Alex Kidd, ese increíble juego al que no me cansaba de jugar una y otra vez y que por culpa de otras como Game Boy y PSX acabó pasando al desván. Supongo que este tipo de cosas va por ciclos.

Ahora bien, y sobretodo centrándome en las consolas de sobremesa, con el paso de los años me he dado cuenta de una cosa: cada vez tienen un porcentaje más alto de caer enfermas. Quiero decir, al ser pequeño y un poco salvaje, mi Master System recibió infinidad de caídas y golpes, que en absoluto afectaron a su rendimiento. Cuando llegó mi PSX comencé a tratarla mejor, y quizás hasta los 3 primeros años, no recibió ningún golpe aunque después se llevara unos cuantos (y hablo de caídas considerables teniendo en cuenta que mis consolas suelen situarse a una altura media junto al televisor).

Bien, avancemos un poco más y situémonos directamente en esta generación, mi pregunta es: ¿Cómo incluso tratando cualquier PS3 o Xbox 360 como un ser superior a mi puede petarme? ¿No debería ser todo lo contrario? Quiero decir, estamos pagando unos precios presumiblemente altos por unos servicios lamentables. Con el paso del tiempo las consolas deberían ser creadas con mayor resistencia y aguante, porque no quiero ni pensar que ocurriría si mi PS3 se cayera desde donde su abuela PSX. ¿Cómo es posible que ya haya tenido dos PS3 y las dos hayan petado? Mala suerte sí, pero en una generación como la de hoy en día… ¿Por qué nos venden productos de cristal y tan defectuosos? ¿Cómo puede ser que la consola presuntamente más débil de esta generación (¿alguien ha levantado el brazo cuando he dicho Wii?) sea la más segura en cuanto a longevidad? Estoy harto de que me tomen el pelo. Que regrese mi Master System II y de un golpe de Estado.